Decíamos ayer… que era momento de adentrarnos un poco más en el modernismo catalán acompañados por Domènech i Montaner. Pues no esperemos más. ¡Continuemos el viaje!
El
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, que se conoce como el conjunto civil más grande del modernismo catalán, con distintos pabellones de estética de cuento, es sin lugar a dudas una visita imprescindible, aunque menos habitual que las anteriores.
¡De verdad merece la pena ir más allá de la imponente entrada y darse un paseo entre pabellón y pabellón, aunque esta obra no se recoja como una referencia obligada en las guías! Además, esto nos permite completar nuestra gama de ejemplos de recursos modernistas. En efecto, las dos obras de Domènech i Montaner que vamos a conocer se caracterizan por su particular forma de resaltar estructura y materiales, utilizando bellos mosaicos y cerámicas de vivos colores sobre fondo color ladrillo, en el marco de un estilo único.
Algunos de los pabellones del Hospital.
Queda dirigirnos, para finalizar el recorrido, al Palau de la Música Catalana también obra de este artista. Esta construcción fue sufragada por la población como la Sagrada Familia y su visita interior es obligada, como sucede con la Casa Batlló, pues el edificio es más bonito, si cabe, por dentro que por fuera. Y es que el arte modernista no se limitó a soñar con otro entorno, sino que se adentró en él por completo y sus creadores idearon todo un conjunto urbanístico real y cotidiano donde vivir el sueño de bonanza y prosperidad de la Cataluña burguesa: viviendas, una iglesia, un hospital, una sala de conciertos…no faltó un detalle.
Después de la visita a todos estos tesoros artísticos, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), lo más probable es que sea hora ya de cenar.
Y por la noche…
Un sitio muy característico de Barcelona y que recomiendo para la cena es Flash-Flash (Calle Granada del Penedès 25). Centro de reunión de las más peculiares personalidades de la Barcelona de los años 70 y hoy restaurante de moda a la par que un clásico, os aconsejo que no os perdáis sus variadas tortillas y sus hamburguesas.
Por otro lado, si Barcelona os pilla un poco lejos, y en cambio Madrid no, sabed que el hermanito pequeño de Flash-Flash abrió sus puertas en la capital hace unos años y allí podéis acercaros al espíritu del local original.
Detalle de la decoración del restaurante Flash-Flash.
Después, o en lugar de, si se quieren cenar raciones, es de recibo acudir al Born, barrio gremial en la época medieval, hoy bohemio y de tendencia. La razón: su ambiente desenfadado, sus edificios góticos y un local de vinos irrepetible.
Tenéis que ir sin falta a La Vinya del Senyor, un bar que hace honor al carácter cosmopolita de la ciudad, pues recuerda a los bares de vinos y quesos franceses. Allí se puede pedir una copa de vino procedente de los lugares más dispares del globo, la carta cambia cada cierto tiempo y las raciones y quesos están buenísimos. Para encontrarlo basta con acudir a la Basílica de Santa María del Mar, más concretamente al número 5 de la Plaça de Santa María.
Ya sólo queda disfrutar de esta Barcelona soñada por ciudadanos y artistas y fruto del trabajo y la creatividad de una época.
Queda mucho por descubrir…
Bego dijo,
febrero 14, 2010 @ 9:15 pm
El Palau de a Música precioso por dentro,merece la pena y me falta por conocer el Hospital de San Pau que por la foto que pones no me lo puedo perder en la próxima visita a Barcelona.
chus dijo,
febrero 15, 2010 @ 11:44 am
A mi Barcelona siempre me ha gustado, pero después de tus paseos y explicaciones dan ganas de volver una vez más. Como Bego yo tampoco he ido nunca al Hospital de San Pau. Besos.
moonriver dijo,
febrero 16, 2010 @ 9:21 pm
Sé que me queda mucho por descubrir, pero hace frío y todo está gris, sólo que el gris de Madrid me parece más bonito que el de aquí. A ver si con la primavera lo veo todo de otro color…
Por cierto, ¿la visita al Palau es gratuita? ¿Y la del Hospital de Sant Pau?
En cualquier caso, muchísimas gracias por descubrirme estos rincones, Su. Y al Flash-Flash tengo que ir sí o sí, que tiene muy buena pinta.
¡Besitos!
Susana dijo,
febrero 18, 2010 @ 6:41 pm
¡Hola a todas!
Me alegra que os haya gustado el Hospital, se sale un poco de la ruta turística tradicional y merece la pena, así que me alegro de haber contribuido a que os hayan entrado ganas de ir 🙂 .
No sé si os habréis fijado en que el nombre de cada uno de los monumentos tiene un link a su web oficial, por si queréis más información.
De todas formas os cuento que el Palau no cobra entrada porque es un hospital en funcionamiento y en principio únicamente se trata de ver los pabellones por fuera. En cuanto al Palau, tiene visitas guiadas de pago.
¡Buena semana!
moonriver dijo,
febrero 18, 2010 @ 10:53 pm
¡Gracias por la info, Su! Lo de los links lo vi después de dejar mi comentario. Muy útil, la verdad. 🙂
¡Besitos!
Sally Pimienta dijo,
febrero 22, 2010 @ 9:27 am
Hola! entro en tu blog a través del de Luf y me encanta lo que veo…esa Pichi viajera!!!! Muy bueno el post sobre Japón, mi destino favorito (para el que estoy ahorrando desde que nací!!! jajaja)
besos
Susana dijo,
febrero 22, 2010 @ 11:13 pm
¡Muchas gracias Sally Pimienta por pasarte por el blog y por hacerte seguidora! ¡Qué ilusión!
¡Un beso muy grande!