Como algunos quizá tengáis puente y quizá aprovechando vengáis a Madrid, aquí va una entrada con una recomendación para los amantes del queso que vayan a estar unos días en la capital. Como sabéis, me encanta probar nuevas experiencias, así que en cuanto me enteré de que había cursos relacionados con el queso en el Cheese Bar de Madrid, sólo era cuestión de tiempo que me apuntara a alguno. Por eso, hace algunos días, como ya sabéis los que me seguís en Twitter, Facebook o Instagram, me pasé por allí para asistir al curso Quesos y Cervezas de Abadía que impartió Federico Oldenburg, periodista y editor, especializado en gastronomía y vinos. Además, tuvimos ocasión de disfrutar de la sabiduría de los Maître Fromager de Poncelet Cheese Bar y del dueño de la Cervecería Oldenburg de Madrid, José Luis Ramírez.
Poncelet Cheese Bar es un espacio amplio, con una agradable decoración minimalista en tonos claros, de la que destacan la utilización de la madera y las referencias directas e indirectas al queso. Su barra y una serie de mesas son protagonistas en el primer piso. Sin embargo, nosotros nos dirigimos al segundo piso, donde se realizan los cursos, así que la visita al bar propiamente dicho queda pendiente para otra ocasión, y es que a juzgar por lo que vimos parece un plan muy apetecible.
Durante el curso en el Cheese Bar, cada persona dispone de un confortable sillón y una mesita donde ya espera la tabla de quesos que se van a degustar, una cestita de pan y, dentro de una carpeta, la presentación en papel que se va a proyectar a continuación. Además, una vez dé comienzo la cata de los seis quesos, se nos irán sirviendo copas de las distintas cervezas que deberemos combinar con cada queso. El ambiente es muy agradable y participativo y se invita en todo momento a los alumnos a preguntar y opinar sobre los maridajes propuestos y sobre los sabores y texturas de cada queso y cerveza.
Os podría contar un montón de cosas que
aprendí durante la clase, como que
en muchas ocasiones y contrariamente a lo que pudiera pensarse
no hay armonía entre quesos y vinos y sí entre quesos y cervezas,
especialmente cuando se trata de
cervezas trapenses (es decir, aquellas
elaboradas en monasterios belgas y holandeses siguiendo tradiciones antiguas). Ya os comenté la
importancia de la cerveza para los monasterios y abadías y la población en general durante la Edad Media, en
este post sobre mi viaje a Bélgica. Además,
Federico Oldenburg nos habló de las
características de las cervezas trapenses: su
fermentación alta, con
segunda fermentación en botella, el
sabor más amargo y tostado, la
fuerte graduación (de entre el 6% y el 12%), siendo las llamadas
dubbel de menor graduación que las
tripel y la
utilización en su elaboración de un agua con más cantidad de sal. Resultó curioso descubrir que estas cervezas tienen
su propia asociación, la
ITA (International Trappist Association) y que, en principio, sólo
se produce la cantidad necesaria para sufragar los gastos y obras de los monasterios. Estos al parecer incluso aseguran: «
No somos fabricantes de cerveza. Somos monjes. Hacemos cerveza para que podamos seguir permitiéndonos ser monjes«. Otro concepto que nos explicó
Federico es el de las
cervezas de abadía. Inspiradas en las trapenses, se hacen
en monasterios o abadías que antes elaboraban cerveza y que ahora encargan la producción a alguien no vinculado a la iglesia.
Aprendimos mucho sobre cervezas, pero lo mejor, es que
también aprendimos a combinarlas con los quesos, que para eso estábamos en un
Cheese Bar. Así, descubrimos
unas cuantas armonías espectaculares, a continuación os cuento mis preferidas. Todos estuvimos de acuerdo en que encontrábamos
notas de cómpota o manzana asada en la
cerveza Achel Bruin Belgian Dubbel, que acompañaban perfectamente al
riquísimo queso Brillat Savarin,
cremoso y dulzón, así que la armonía nº 1 nos encantó. De la armonía nº 2 me llamó la atención la
cerveza Te Deum en cuya creación participó activamente
José Luis Ramírez, y que por ello es una cerveza de abadía con marcado sabor español. La armonía nº 3 me permitió descubrir el
queso Mahón, proveniente de la isla de Menorca y de sabor
potente. También me cautivó el
Fromage Cathare, de
cabra y con
corteza de ceniza vegetal de la armonía nº 4. Me gusta mucho el queso de cabra y este con sus
notas de frutos secos y la
misteriosa Cruz Occitana grabada sobre una de sus caras, me conquistó. Finalmente, la que quizá me pareció la combinación perfecta, fue la de la
cerveza Chimay Bleue, que descubrí en el
viaje a Bélgica de este otoño y cuyo sabor recuerda al del cereal, y
el queso Valdeón procedente de Castilla y León, un
queso azul con corteza a base de hojas de castaño que sorprendentemente no es nada pesado y sí
de sabor muy intenso.
Poncelet Cheese Bar se une así al Madrid más innovador, ofreciendo divertidas experiencias punteras y contribuyendo a la difusión de la cultura del queso, y en esta ocasión también de la cerveza, en España.
Y ahora, contadme: ¿Qué os ha parecido este curso? ¿Y el Cheese Bar? ¿Algún amante del queso que ya esté pensando en apuntarse al próximo?
Consejos prácticos
Poncelet Cheese Bar ofrece un
calendario muy completo de
cursos, con
precios y más información útil en
su web. Las clases suelen durar
dos horas y hay que
reservar plaza.
Poncelet es la
tienda de
Madrid donde se venden los estupendos quesos que se descubren en las clases del
Cheese Bar. Esta es
su web. Y estos
su Twitter y
su Facebook, donde suelen anunciar los distintos cursos programados en el
Cheese Bar.
Ya que estamos en
Madrid, aprovecho para recomendaros la
mini-guía que he realizado
sobre el barrio de La Latina y que podéis encontrar
en la aplicación Guía de Madrid para iPhone y iPad de Minube. Os hablé de ella en
este post.
¡Felices días festivos y feliz día por adelantado a todas las mamás :)))!
Poncelet Cheese Bar en Madrid: Curso de \»Quesos y Cervezas de Abadía\»/Poncelet Cheese Bar in Madrid: A class on \»Cheese and Abbey Beers\»
Poncelet Cheese Bar en Madrid: Curso de \»Quesos y Cervezas de Abadía\»/Poncelet Cheese Bar in Madrid: A class on \»Cheese and Abbey Beers\»
Kate (Embarrassment of Riches) dijo,
abril 26, 2012 @ 1:37 pm
I am DYING! That place is RIGHT up my alley! So jealous you have it in Madrid!
Tawaki dijo,
abril 26, 2012 @ 2:55 pm
Adoro el queso y la semana pasada volví por allí. Es un lugar imprescindible.
mes caprices belges dijo,
abril 27, 2012 @ 8:24 am
Éste es mi bar Susana!Lleno de queso y encima te puedes sentar tranquilamente en sillones!
Feliz fin de semana!
PolkaDot Lighthouse dijo,
abril 27, 2012 @ 5:23 pm
Vaya experiencia tan genial! Yo tuve aquí la comida de Navidad de la empresa y me encantó, pero lo del curso me encantaría probarlo.
Feliz finde!
Qué Acierto! dijo,
abril 29, 2012 @ 9:55 pm
Viajo mucho a Madrid pero no había oído hablar nunca de este lugar tan pintoresco. Me lo apunto para la próxima vez. Genial esta pista. Me chifla La Latina.
Lorena-Amor por la decoración dijo,
mayo 2, 2012 @ 5:52 pm
Que sitio más chulo, me pasaré por allí a descubrirlo.
Besos.
Susana dijo,
mayo 3, 2012 @ 10:47 am
¡Hola! Hey!
¡Estoy encantada de que os haya gustado la recomendación! ¡Espero que vayáis o volváis pronto por Poncelet Cheese Bar ;)! I am so glad you liked the tip! Hope you'll go soon to Poncelet Cheese Bar ;)!
¡Feliz semana! Happy week!
Chus dijo,
mayo 3, 2012 @ 11:29 am
Muy interesante y distinto el maridaje del queso con cerveza, pues aquí lo habitual es hacerlo con vino, y ya sabes que cualquier vino, aunque no sea muy bueno, mejora al tomarlo con queso -de ahí la frase "no te la den con queso"-.
Bsss.
Los viajes de Lucas dijo,
mayo 4, 2012 @ 8:17 am
Y con el hambre que tengo que no he almorzado…. que envidia de sitio
cv love dijo,
julio 18, 2012 @ 12:39 pm
qué bonito!