Vuelvo de un mundo de personajes de cuento que se elevan hacia el cielo, como enormes globos de colores sujetos por las despistadas manos de un niño. He visto obras de arte que no duran para siempre y nos recuerdan el carácter efímero de las cosas bellas. He visto también personajes reales en escenarios de película, en mundos que sólo pueden pertenecer al universo de la fantasía. He vuelto por unas horas a la infancia y he disfrutado con grandes y pequeños de la música alegre y festiva que me ha seguido allá por donde me he movido. Me he cruzado con personajes de carne y hueso, con delicados trajes y preciosos peinados que me han hecho maravillarme. He viajado de esquina en esquina, a la China y al lejano Oriente y también al Oeste americano. Me he reencontrado con los héroes de mi infancia, me he movido entre piratas y huertanos. He asistido a explosiones de color y sonido aquí y allá.
Y ahora sonrío recordando… la gente en la calle, las flores en aquella plaza, el movimiento, la vida, los colores, la energía. Tengo en la cabeza la imagen de la carroza de Cenicienta, de la Bestia que era buena y del Genio de la lámpara que concedía deseos. Veo farolillos que vienen de allende los mares, zapatos de princesa de trabajados bordados, personajes de cómic, de dibujos animados, inventores, aventureros y tantos amigos más…
Todo ello lo he encontrado en una misma ciudad: Valencia. En efecto, si queréis pasar un buen rato, y soñar y disfrutar durante el día y la noche, este es vuestro lugar y tenéis que ir durante su fiesta grande: las Fallas.
Se trata de una fiesta que se vive en la calle y muy bien organizada, a pesar del gentío. Eso sí, el tráfico en el centro es una locura, por lo que os recomiendo no adentraros en él con el coche. Yo aparqué en la
Ciudad de las Artes y desde allí cogí el
autobús 35 que te lleva a la
Gran Vía. Si llegas tempranito, podrás ver algunas de las innumerables fallas paseando tranquilamente, sin demasiada aglomeración de gente. En las fallas ganadoras, gigantes, increíbles, sí estarás más acompañado y a alguna de ellas tendrás que acercarte en metro.
Esto es lo que no debes perderte: Los petardos, las mascletás, el color de día y de noche, el ambiente en las calles, la catedral, preciosa, austera por fuera y preciosista por dentro, la plaza que preside la Mare de Deu y la alegría y buen rollito que se respira en toda la ciudad.
Bego dijo,
marzo 30, 2008 @ 9:21 pm
Aunque no estuve allí, he vivido contigo la preparación de este viaje y lo que has disfrutado en las fallas.Hace años que tengo ganas de ir, espero poderlo hacer el próximo año.
Sigue escribiendo para que todos disfrutemos.
moonriver dijo,
marzo 30, 2008 @ 10:57 pm
¡Un nuevo post!¡Por fin!¡Viva! Aunque ya te dije que hay valencianos que no lo ven como tú, después de leerte he decidido que tengo que ir algún año. ¿Qué tal el que viene? (más me gustaría a mí). Las fotos preciosas. ¿Vistéis el museo de las fallas? Si éstas te han parecido bonitas no veas las del museo…
Juana dijo,
abril 1, 2008 @ 4:05 pm
Por fin:mi Susana.
Desconozco la razón exacta por la que nunca se me ha ocurrido visitar Valencia en Fallas.En realidad desconozco el Mediterráneo desde Barcelona hasta
Málaga.
Quizá lo de Las Fallas lo he racionalizado más de lo debido en lugar de sumergirme,como tú, en el mundo de fantasía que representan.
¡Dios mío! jamás te había sacado un parecido especial a mi Begotxu
pero en esta foto es determinante.
Si no es antes nos vemos en los Bilbos.Musutxuak eta gero arte.
Leire dijo,
abril 8, 2008 @ 8:26 pm
Hola Susana!! el otro día Manex me descubrió tu blog y me encanta!!
Espero que nos veamos pronto por San Juan.
Un beso!
chus dijo,
mayo 30, 2008 @ 6:43 pm
Nunca me habían llamado la atención las Fallas y después de leerte pienso que bien merecen un viajecito. Besos.