Tartân Roof en Madrid: un restaurante pop-up en las alturas/Tartân Roof in Madrid: a pop-up rooftop restaurant

Siempre pensé que a la azotea del Círculo de Bellas Artes le faltaba algo, que estaba desaprovechada. Esas vistas impresionantes merecían más que ser un estupendo mirador y habiendo tanto espacio… Uno dejaba volar la imaginación y visualizaba fácilmente una divertida terraza amenizando este rooftop en potencia…

Me cuentan, me rumorean, que ante la amenaza de una subida abusiva de alquiler en el local que ocupaba el antiguo restaurante Tartan, del que os hablé en este post, su dueño, el chef Javier Muñoz-Calero decidió cerrarlo, llevárselo al Círculo y convertirlo en restaurante pop-up en las alturas. Un lugar de encuentro donde disfrutar de tapas y raciones, un nuevo concepto que respondería al nombre de Tartân Roof en primavera-verano y Tartân Lounge en otoño-invierno. Así, aparentemente debido a un curioso giro del destino, por fin alguien se decidía a montar un restaurante de autor diferente en este espacio único que pedía a gritos algo especial.

Nosotros aprovechamos un caluroso mediodía de agosto de un Madrid casi desierto para probar de improviso y sin haber reservado este privilegiado rincón gourmet y tuvimos la suerte de encontrar sitio sin problemas. ¿La experiencia? Ambiente de chiringuito playero con clase en el que las altas temperaturas se mitigan con vaporizadores camuflados en un original toldo adornado con luces de verbena.

Y comida a base de varios platos para compartir. Las cantidades no son grandes, pero nos dió igual, porque cada propuesta es una delicia: el gazpacho muy rico, las bolitas de foie rebozadas de kikos con trocitos de plum cake tremendamente originales y sabrosas, las croquetas de jamón con esa bechamel suavísima que se derrite en la boca insuperables y los helados, un clásico de la casa que nunca decepciona. En cuanto al precio, sigue siendo Tartan y se nota, pero para darse un homenaje es una apuesta segura. Y claro, no hay que olvidar las vistas de las que se disfruta. Y el placer de tomarse un respiro en una terracita, algo que en Madrid damos por hecho, pero ya decía un extranjero de la mesa de al lado mientras comíamos: “Este clima es un privilegio.”

Parece que el nuevo concepto y la afortunada ubicación han gustado y desde que abrió, Tartân Roof ha sido un éxito. ¡Bien por él! ¿Os animaréis vosotros a probarlo?

Datos prácticos

El precio de la comida en nuestro caso rondó los 60 euros dos personas pidiendo 5 platillos y 2 bebidas.

Si vas al restaurante no se pagan los 3 euros que cuesta normalmente subir a la azotea del Círculo de Bellas Artes para contemplar las vistas.

Por si os interesa, os dejo la web, la cuenta de Twitter y la cuenta de Facebook de Tartân Roof.

¡Feliz vuelta al cole!