Vistas y adrenalina: un baño en Isla Livingstone en las Cataratas Victoria/Views and adrenalin: a swim in Livingstone Island in Victoria Falls

Madrid. Durante la preparación del viaje a Cataratas Victoria. Oigo hablar de la posibilidad de bañarse en la Piscina del Diablo, una piscina natural situada sobre una de las caídas de agua de la Isla Livingstone, desde la que el famoso explorador divisó por primera vez las cataratas. ¡Espectaculares vistas y adrenalina a raudales! Pero… No se puede hacer en junio, que os cuando yo voy, así que… Descarto la aventura. Sin embargo, una vez en Livingstone, en el transfer entre el  aeropuerto y el hotel, me comentan que es la excursión preferida por todos los viajeros y que tenemos que hacerla. Dejo a un lado el cóctel de bienvenida y rápidamente pregunto si es posible hacerla en junio. Me dicen que sí, que en esta época se puede ir a la Isla Livingstone y bañarse en un sitio similar a la famosa piscina. Pregunto en el hotel. Casi no quedan plazas. Conseguimos reservar para el último día de estancia. Me hablan de un jacuzzi natural, pienso que la experiencia será más tranquila que la Piscina  del Diablo y mi única preocupación es si estará demasiado fría el agua para bañarse. Como es invierno… Bueno, ya lo veremos una vez allí. Llega el esperado día, que comienza con la firma de un papelito eximiendo de toda responsabilidad por daños a la empresa organizadora (¿¿¿???). Subimos a una pequeña lancha en la que se notan las aguas un tanto revueltas que nos separan de la isla.

Enseguida hay que decidir si haremos la excursión con o sin baño porque en el primer caso… ¡Hay que ponerse un traje de neopreno! Pero si en las fotos que he visto de la Piscina del Diablo la gente está en bañador y de lo más relajada… ¿Y no me habían dicho que la experiencia era como un jacuzzi natural? Será porque es invierno… Probablemente el agua está fría… Bueno, nos bañamos, decidido. ¡Qué pintas tiene una con el traje este por cierto! Enseguida caminamos hacia la caída.  Empiezo a pensar que la cámara no sale de esta, porque en cuanto nos acercamos a las cataratas empieza a llover a nuestro alrededor. El agua viene de la catarata, claro.  Menos mal que nos dan una bolsa impermeable donde la escondemos de vez en cuando. Las vistas son increíbles, de ensueño. Incluso vemos dos arcoiris sobre las cataratas. Livingstone tuvo que quedarse impresionado cuando vio este espectáculo.

A todo esto vamos descalzos y pisando barro de ese que se hunde bajo el peso de tus pies. ¿Quién me mandaría a mí? En fila india y de la mano, formando una cadena humana, nos dirigimos hacia el lugar donde vamos a bañarnos. Al menos yo voy agarrada a Alfa Omega, nuestro guía… Al adentrarnos en la supuesta piscina natural no somos capaces de ver el fondo debido a la corriente, pero rápidamente notamos las rocas, en cuanto nos raspamos con ellas. No sé si fue tan buena idea echar un vistazo a la caída unos minutos antes, porque vamos a bañarnos pegaditos al borde. Mientras la corriente me empuja me pregunto cómo piensa el guía agarrarnos a todos si alguno se ve arrastrado por el agua. En algún momento pienso: Yo no salgo de esta. Constantemente me digo: Voy a intentar agarrarme a algo… Y se pasa por mi mente algún pensamiento fugaz del tipo: ¡Vamos a moriiiiir! Y mientras, el otro guía haciéndonos fotos. Así que me digo: A sonreír, que sólo falta que salga de esta y tenga cara de horror en las fotos. Y todavía quedaba volver a tierra firme y a la lancha. ¡Otra odisea! ¡Desde luego vistas y adrenalina ha habido! ¡Ni me enteré de si el agua estaba fría o no! ¡Y hemos sobrevivido! ¿Qué más se puede pedir? ¡Una excursión imprescindible para los más atrevidos y una vez a salvo confieso que de mis preferidas! ¿Se atrevería también Livingstone con esto?

Datos prácticos

La excursión en lancha a la Isla Livingstone en las Cataratas Victoria sale desde el Hotel The Royal Livingstone del que os hablé en este post  y nosotros la contratamos allí mismo con Bushtracks Africa. Incluye desayuno, almuerzo o té de la tarde, dependiendo de la hora a la que se haga, para reponerse de las emociones vividas y comentar la aventura con el resto del grupo. Como os decía, conviene reservarla con tiempo porque tiene mucho éxito.

También fue muy emocionante sobrevolar las Cataratas Victoria en helicóptero. Os lo conté en este link.

¡Muy feliz semana!